02/11/2023

Ignacio Barriendos es CEO y fundador de ‘DO GOOD’, empresa creadora de software que impulsa la cultura sostenible e involucra a los trabajadores en la estrategia de sostenibilidad de las compañías.


La generación de impacto social, ¿de qué manera viene cambiando la comunicación de las organizaciones?

La cambia por completo, o mejor dicho, completa la comunicación y la transparencia que los consumidores y otros grupos de interés exigen y merecen. No importa cuál sea la actividad de la empresa, de una manera o de otra se genera un impacto social, tanto positivo como negativo. Y lejos de ocultar el negativo y potenciar el positivo, creo que la transparencia es la respuesta.

Es más, es en esta comunicación transparente donde las empresas pueden identificar lo que hacen bien y lo que hacen peor, y es precisamente de ahí de donde nace la mejora continua, lo cual a su vez ayuda a generar un sentimiento de lealtad y de apoyo por parte de consumidores, inversores, empleados etc. En definitiva está todo unido. ¿Qué sentido tendría no comunicar el impacto social o de otro tipo de las empresas? Quizás suene un poco a cliché, pero aquello de que el silencio otorga entierra algo de verdad.

 

¿Cuáles son las estrategias que mejor funcionan para lograr una alineación de la cultura corporativa con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)?

Y es que es paradójico que mientras algunas empresas ganan premios de sostenibilidad, sus empleados ni siquiera saben qué son los ODS. Por eso, lo primero es asegurar que todo el mundo sabe realmente qué es eso de los ODS, la sostenibilidad y similares. Creo que incluso siendo algo tan recurrente y de actualidad, no todo el mundo entiende qué son o para qué sirven los ODS, o por ejemplo, la confusión tan común que existe de pensar en sostenibilidad meramente en términos ambientales.

Pero más allá de conseguir generar este conocimiento, tanto teórico como práctico para todas las personas que conforman la organización, también es esencial que se entiendo por qué es tan importante que una empresa se rija por estos principios de sostenibilidad y cómo así no solo mejora la actividad y competitividad empresarial, si no que se genera una cultura corporativa de bienestar entre empleados, una cultura sostenible.

 

¿La ‘Responsabilidad Social Corporativa’ tiene correlación con la atracción de talento?

Esto no lo digo yo, lo dicen múltiples estudios, y es que la gente, y sobre todo la gente más jóven, es mucho más crítica con las empresas y sus prácticas sostenibles o de responsabilidad social. Y esto es realmente importante porque ya no solo afecta a sus hábitos como consumidores sino que también tiene un profundo impacto en sus decisiones a la hora de buscar trabajo o incluso cambiarse de trabajo.

Creo que una empresa sostenible atrae talento porque es una empresa que demuestra que se preocupa y prioriza a las personas.

 

¿Cómo se consigue mantener esa atracción a largo plazo?

La clave está en escuchar a las personas, a lo que dice la gente en las calles, por decirlo de alguna manera, y a lo que dicen los propios empleados.

Gestionar una empresa, al fin y al cabo, no es otra cosa que gestionar personas, y si desde las altas direcciones o desde RRHH no se genera una conversación abierta y recíproca con los empleados va a ser muy difícil generar ningún tipo de sentimiento de lealtad o pertenencia. Cuando las políticas de atracción y retención de talento están alineadas con lo que necesita la empresa y lo que necesitan las personas, el talento viene solo.

En el caso de la sostenibilidad, por ejemplo, las empresas la necesitan, lo dicen las crecientes regulaciones en esta materia, lo pide el planeta que estamos devastando, y lo piden los consumidores y la ciudadanía en general. Y para los empleados y el potencial talento pasa algo similar; necesitan de esa sostenibilidad que se preocupa de generar un impacto positivo en su comunidad, local y global, y que además vela por sus intereses como trabajador.

Algo que nos gusta reiterar en DoGood es que no podemos gestionar aquello que no entendemos, por ello, es primordial que estos dos pilares de la organización estén alineados, y más aún, que se mantengan abiertos a generar las conversaciones y cambios pertinentes.

 

El propósito debe estar bien definido y ser el núcleo central en las organizaciones, ¿pero cómo se consigue en la práctica que no se desvirtúe la idea inicialmente trazada?

El propósito debe formar parte de la cultura de la organización. Esto implica que debe estar integrado en los valores, la misión y la visión de la empresa. Todo ello debe comunicarse constantemente a todos los niveles de la organización. Es importante que los líderes estén comprometidos con el propósito de la empresa y que den ejemplo de ello en su toma de decisiones.

Para garantizar que el propósito no se desvirtúa con el tiempo, debemos definir unos objetivos a corto y a largo plazo e identificar aquellos indicadores y métricas que nos permitirán medir el cumplimiento de estos objetivos. También deberemos realizar revisiones regulares para asegurarnos que la organización se está manteniendo fiel a su propósito y ajustar la estrategia si es necesario.

Una empresa debería definir sus prácticas después de establecer unos valores y un propósito, no al contrario.

 

¿Qué estrategias son más efectivas para involucrar a los empleados en la responsabilidad compartida sobre el impacto de la empresa en la sociedad y el medio ambiente?

Es importante alejarse de la idea de que la sostenibilidad caiga sobre las tareas o el día a día de los empleados como una obligación de más o como un requisito impuesto. Por eso creemos que generar la conciencia y conocimiento necesario en torno a la importancia de generar dicho impacto positivo es el primer paso hacia generar una cultura sostenible; es decir, una cultura empresarial en la que la sostenibilidad se vive como algo natural, como algo indispensable e indivisible del trabajo y actividades diarias.

¿Cómo se consigue esto? De muchas maneras, pero para nosotros la más efectiva es acercándonos a las personas más allá de sus puestos de trabajo. Aprender a vivir de manera más sostenible y respetuosa con el planeta y la sociedad es lo que después se traslada, casi inconscientemente, al lugar de trabajo, a las ideas que se generan y a las relaciones con las personas que nos rodean.

Nosotros a esto lo llamamos activación, es decir, queremos ayudar a activar el potencial sostenible de cada empleado, dándoles las herramientas y el conocimiento necesario para que el objetivo sostenible global de la empresa pueda trasladarse a toda la organización de forma práctica, sencilla y orgánica.

 

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